El canto de armónicos es una técnica vocal que nos permite amplificar las frecuencias puras que conforman el sonido de nuestra voz, destacando sobretonos comparables con los producidos por cuencos de cuarzo u otros instrumentos de sonoterapia.
Al practicar esta técnica, es posible percibir dos melodías simultáneas generadas con nuestra propia voz, creando una experiencia única de conexión y resonancia.
Modalidad Virtual a través de Plataforma Skype
Modalidad Presencial en Capilla del Monte, Cordoba, Arg
Stevica Mrdja / EyeEm / Getty Images.
Sostener un mismo tono vocal durante un tiempo prolongado nos invita a entrar en un estado de meditación profunda y presencia plena.
Este proceso también fomenta una apertura auditiva y un enfoque consciente en aspectos como la resonancia, la postura, la respiración y los micromovimientos musculares necesarios para ejecutar la técnica.
Además, nos conecta con las frecuencias puras que componen nuestra voz, convirtiéndolo en una poderosa herramienta de sonoterapia.
Musicalmente, el timbre se refiere a la "gama de color" de un sonido, es decir, a los sonidos que acompañan a una nota fundamental, conocidos como sobretonos o armónicos. Estos armónicos son uno de los elementos que determinan el timbre característico de una fuente sonora, ya sea la voz humana, un instrumento musical, etc. La amplitud de los armónicos, junto con los formantes (picos de intensidad), permite distinguir entre diferentes tipos de instrumentos o reconocer el timbre de una voz en particular.
En las técnicas de canto de armónicos, se aplica un filtro a la voz que amplifica uno de esos formantes. Este filtro actúa creando una cavidad resonante que incrementa la intensidad del armónico seleccionado, haciéndolo más audible. Aunque los demás armónicos siguen presentes, su intensidad se reduce debido a esta amplificación selectiva, y en algunos casos, se vuelven casi imperceptibles.
Demostración por Anna-Maria Hefele
Imagen del grupo huun-Hurr-tu originario de Tuva.
Aunque estos cantos pueden encontrarse en diversas partes del mundo, han adquirido una importancia especial en los países del centro de Asia. En inglés, se les conoce como "throat singing", un término que se refiere a los estilos tradicionales y guturales de canto armónico de distintas regiones del mundo. Sin embargo, en estas zonas específicas, este tipo de canto bifónico y gutural se denomina "Khoomei" y es considerado un fenómeno cultural vinculado a los pastores nómadas de las estepas y taigas. En 2009, la UNESCO lo declaró Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Los países que aún preservan este legado son principalmente la República de Tuva en Siberia (Rusia) y Mongolia. Aunque en menor medida, también persiste de manera residual en las regiones siberianas de Altai, Jakasia, Buryatia, en Kazajistán, Uzbekistán, en la región de Mongolia Interior en China e incluso en los cantos de algunos templos budistas de la región del Tíbet.
Los orígenes de estos cantos son inciertos y están relacionados con los pastores y cazadores nómadas, así como con la imitación de los sonidos que los rodean, tanto de la naturaleza como de sus animales domésticos (ovejas, caballos, yaks, camellos, renos). Esta imitación está vinculada a una cultura animista, donde los chamanes lograban comunicarse directamente con los espíritus de los elementos a través de la imitación de sus sonidos (como el viento, el lobo, el cuervo, el oso, etc.) con diversos propósitos, como expresar gratitud o pedir protección.
Además, debido a la naturaleza gutural de estas técnicas de canto, los sonidos producidos tienen un largo alcance, lo que sugiere que también podrían haber sido utilizados como un medio de comunicación entre los pastores para cubrir largas distancias en las montañas de la taiga, las estepas y los ríos.